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MAL DE ALTURA: PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

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MAL DE ALTURA: LOS SÍNTOMAS

Se hace una distinción entre el mal agudo de montaña (AMS), el edema cerebral de altura (HACE) y el edema pulmonar de altura (HAPE). A continuación, puede encontrar los síntomas principales de cada uno para diferenciar las afecciones.

Sin embargo, las tres afecciones tienen factores comunes que aumentan significativamente el riesgo:

  • la altitud absoluta
  • la velocidad de ascenso
  • aclimatación insuficiente
  • predisposición individual

Al evaluar el riesgo de una de las enfermedades de la altura, es importante considerar el perfil de ascenso (cuántos metros de altitud se deben cubrir), la altura del sueño y la susceptibilidad individual pasada.

Síntomas del mal agudo de montaña (AMS)

  • Dolor de cabeza
  • Náusea
  • Pérdida de apetito
  • Insomnio
  • Mareo

Síntomas del edema pulmonar de gran altitud (HAPE)

  • Pérdida significativa de rendimiento durante el ascenso.
  • Tos seca en el pecho
  • Dificultad para respirar
  • Cianosis (coloración azul de las membranas mucosas y los labios)
  • Ruido crepitante al respirar

Síntomas del edema cerebral de gran altitud (HACE)

  • Dolor de cabeza intenso
  • Signos de parálisis
  • Pérdida del conocimiento, hasta coma

Es hermoso por encima de las nubes, pero no sin riesgos.

La forma más común de mal de altura es el mal agudo de montaña (AMS). El síntoma más común es el dolor de cabeza. Además, suele haber síntomas inespecíficos como sensación general de enfermedad, mareos, pérdida de apetito, náuseas e insomnio. El mal agudo de montaña se manifiesta después de min. 4-6 horas desde una altitud de 2000 a 2500 m.

El mal agudo de montaña suele ser más pronunciado después de la primera noche a gran altura. El esfuerzo físico intenso, como los largos ascensos técnicos, intensifica aún más los síntomas. Si el paciente no asciende más y descansa, los síntomas generalmente desaparecen en 24 a 48 horas. Sin embargo, el peligro aumenta si continúan ascendiendo a pesar de los síntomas existentes, y el mal agudo de montaña se convierte en edema cerebral de gran altitud (HACE). Luego, deben descender inmediatamente.

Es importante escuchar a su cuerpo y prestar atención a cualquier cambio. Es igualmente importante observar a sus acompañantes cuando no viaja solo. ¿Mi compañero de montaña de toda la vida está simplemente cansado? ¿O se mueven mucho más lento de lo normal? Una pérdida notable de rendimiento en altitud y los primeros signos del mal agudo de montaña suelen ser notados más rápidamente por otros miembros del grupo, por lo que se pueden tomar contramedidas desde el principio.

Edema pulmonar a gran altitud

Un síntoma temprano y una señal de advertencia del edema pulmonar de gran altitud (HAPE) es una pérdida excesiva de rendimiento durante el ascenso, a menudo acompañada de dificultad para respirar y, inicialmente, tos seca. El edema pulmonar a gran altitud se desarrolla después de un ascenso muy rápido a altitudes superiores a 4.000 m en un período de 2-3 días.

¿CÓMO SE PUEDE PREVENIR EL MAL DE ALTURA?

La forma más sensata de reducir los riesgos del mal de altura es una ganancia lenta de altitud, además de estar lo suficientemente en forma física para el recorrido. Dormir más bajo de lo que ha ascendido durante el día también es importante para una aclimatación efectiva. Si sabe que es susceptible al mal de montaña, no debe aspirar a ascender más de 500 m por día por encima de los 2500 m durante las caminatas y las caminatas (cabañas). Si ha sido susceptible en recorridos anteriores, también debe evitar ascender rápidamente (por ejemplo, en un teleférico) a alturas superiores a los 3.000 m. Los síntomas a menudo solo aparecen al llegar a la cabaña. Antes de emprender un recorrido de trekking en montañas como el Himalaya o los Andes, también es recomendable pernoctar en los Alpes por encima de los 3.000 m.

¿CÓMO SE TRATA EL MAL DE ALTURA? ¿HAY MEDICAMENTOS?

El descenso rápido puede proporcionar un alivio rápido en una etapa temprana.

El tratamiento más eficaz para los síntomas es mejorar el suministro de oxígeno. Esto se logra más fácilmente descendiendo a altitudes más bajas. Si hay indicios de edema cerebral (HACE) o edema pulmonar (HAPE), ¡debes descender inmediatamente! En la mayoría de los casos, esto requiere una reducción de la altitud de 1.000 metros para aliviar significativamente los síntomas. Los síntomas leves del mal agudo de las montañas (AMS) a menudo desaparecen dentro de las 24 a 48 horas posteriores al inicio de la enfermedad, si descansa y realiza un tratamiento sintomático (¡beba mucha agua!).

Al permanecer en altitudes elevadas, en áreas sin infraestructura o en terrenos técnicamente exigentes, a menudo no es posible descender de inmediato. Si es necesario, el uso de medicamentos puede aliviar temporalmente los síntomas y, en el peor de los casos, incluso salvar vidas. Sin embargo, los medicamentos solo deben ser administrados por médicos o guías de montaña capacitados en medicina de altura. Por lo tanto, este artículo no entrará en más detalles sobre la medicación para el mal de altura.

TÉ DE COCA EN LOS ANDES

En los Andes, apostamos por el té de coca. Para hacerlo, se vierte agua caliente sobre las hojas de la planta de coca. Los montañeses de los Andes mezclan la planta con tiza o ceniza para producir algo entre mascar tabaco y mascar chicle y es muy popular. En primer lugar, porque la coca disipa el hambre, el cansancio, los dolores de estómago y de cabeza, así como el resfriado. Pero también porque la coca es eficaz contra el mal de altura. De hecho, las hojas parecen incrementar la absorción de oxígeno en la sangre. Sin embargo, la planta también se utiliza para producir cocaína, que es una de las razones por las que la planta no se puede comprar en Alemania.

LA DEFICIENCIA DE OXÍGENO Y LOS SÍNTOMAS.

La hipoxia es el término médico para la falta de oxígeno. La hipoxia se refiere específicamente a la falta de oxígeno en la sangre arterial del cuerpo. Los síntomas característicos de la deficiencia de oxígeno son cambios en la respiración, aceleración del pulso y / o dolor en el pecho. Los síntomas mentales como la euforia espontánea, el delirio y la sensación de ligereza también pueden indicar una falta de oxígeno. Los mareos, la debilidad y el malestar general también se encuentran entre los síntomas más comunes en la montaña.

Si el tejido corporal tiene un suministro insuficiente de oxígeno durante un período de tiempo más prolongado, puede conducir a una circulación debilitada y, en última instancia, a la pérdida del conocimiento. Otro síntoma son las náuseas sin ningún problema digestivo real. Las manifestaciones de una deficiencia de oxígeno pueden salir a la luz de muchas formas diferentes. Particularmente engañoso: las quejas típicas suelen ser síntomas inespecíficos, que también pueden ser signos de muchas otras enfermedades.

ALGUNAS PALABRAS FINALES …

En resumen, el mal de altura puede ser una situación extremadamente peligrosa para la vida. Para quienes son susceptibles y predispuestos, los primeros síntomas pueden aparecer a una altitud de unos 2.000 m. Con una aclimatación lenta y una preparación cuidadosa, la aparición y los posibles síntomas de la enfermedad a menudo pueden aliviarse, si no prevenirse por completo. Sin embargo, la aclimatación solo funciona hasta cierto punto. Es por eso que a menudo escuchas sobre las llamadas ‘zonas de muerte’ en los siete y los ochomiles, áreas de la montaña donde el cuerpo literalmente comienza a morir y que ninguna aclimatación, por perfecta que sea, puede prevenir. La preparación específica, la buena forma física y un ascenso lento siguen siendo las mejores medidas para un senderismo y un montañismo saludables a gran altura. El lema “Sube alto, Duerme bajo ”es el mantra definitivo de todos los montañistas que quieren elevarse.

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